El viento no da respiro
05 Julio 2013

Tour de Francia (et. 6)

Los líderes de Movistar Team escapan a los temidos abanicos en una estresante jornada de nervios en la que Quintana y Costa sufrieron caídas sin graves consecuencias. Rojas, 7º.

El intenso calor y la gran velocidad en el pelotón -más de 44 km/h de media- han sustituido a los esperados abanicos como elemento de desgaste en la sexta etapa del Tour de Francia 2013. La jornada no ocasionó diferencias entre los favoritos, pero sí asistió a un cambio de maillot amarillo, ahora sobre los hombros de Impey (OGE) tras un nuevo sprint con victoria para Greipel, con José Joaquín Rojas en séptima plaza. 

El viento existente ha provocado más de cuatro horas de tensión en cabeza de un pelotón en el que todos los equipos querían un sitio en vanguardia ante el previsible corte. Los nervios han provocado varias caídas que han afectado a Rui Costa -con leves golpes en manos y rodilla en el último incidente, en el que también cayó Cavendish (OPQ)- y a Nairo Quintana. El ciclista colombiano sufría un fuerte golpe en su rodilla izquierda mediada la jornada pero, ayudado de inmediato por Rojas, se reintegró rápidamente al pelotón y cubrió en él la segunda mitad de una etapa que, pese a la ligera inflamación de su rodilla, no complicará su continuidad en carrera. 

El pequeño corte entre los principales sprinters y los favoritos deja a Valverde, Costa, Quintana y Amador entre los puestos 18º al 21º, a 25 segundos del maillot amarillo a sólo una etapa de comenzar los esperados Pirineos. Será mañana, en la séptima jornada de la carrera: 206 km entre Montpellier y Albi en los que se pasarán cuatro altos de diversa categoría, incluida la Croix de Mounis (2ª, km 94) y la Côte de Teillet (4ª) a unos 30 km del final.


DECLARACIONES / Nairo Quintana:
«Hoy se trataba casi de sobrevivir porque ha sido el día más difícil en lo que llevamos de Tour. En una rotonda ha habido un frenazo fuerte y no me ha dado tiempo a esquivar al de delante. Había muchísima tensión por el viento y todo el mundo iba atacado de los nervios para que no le pillara ningún corte.  Tengo un fuerte golpe en la rodilla izquierda y un poco en la muñeca pero no parece nada importante y espero recuperarme del todo para Pirineos. Durante la etapa me dolía bastante, pero sabía que podía seguir y que había que intentar no perder tiempo. Se nota que esta es una carrera distinta a todas porque el nivel y la tensión que hay aquí son enormes«.