Homenaje al compañero caído
10 Mayo 2011

La cuarta etapa del Giro de Italia -216 km entre Génova y Livorno- se ha convertido en un homenaje a Wouter Weylandt, el ciclista belga que se encontraba ayer con la muerte en el descenso del Passo del Bocco.

Las veintitrés escuadras presentes en la Corsa Rosa han guardado un emocionante minuto de silencio en la salida de Quarto dei Mille y desde entonces, y durante casi seis horas -10 km cada equipo- se han turnado los relevos en cabeza de un pelotón que ha dejado en la parte final al Leopard Trek al que pertenecía Weylandt cruzar la línea de meta en homenaje a su compañero trágicamente fallecido. “Ha sido un día muy difícil– comentaba el chileno Carlos Oyarzun a su llegada-. Mentalmente, el más duro de mi trayectoria. No es fácil hacer 230 kilómetros -incluyendo la neutralizada y el trayecto hasta los autobuses- después de lo que pasó ayer. Sobre todo el inicio ha sido muy complicado. El minuto de silencio ha sido muy emotivo y veías a muchos llorando porque es algo que te toca muy de cerca. No es fácil superar la muerte de una persona con la que estabas compitiendo. Yo vi ayer a Weylandt en el suelo y se me quedó grabada su imagen. Me ha costado mucho dormir y le das muchas vueltas a la cabeza. Inevitablemente, todo el mundo hablaba de lo mismo en el pelotón. Yo ha charlado con los compañeros sudamericanos de otros equipos que, quizás por nuestro carácter, somos más sentidos y todos, incluidas sus familias, estaban muy, muy afectados”.

La carrera reanudará mañana su habitual funcionamiento con la disputa de la quinta etapa, con 191 kilómetros entre Piombino y Orvieto en cuya parte final se incluyen varios tramos de tierra.