El Tour, con un tobillo
18 Julio 2011

En su estreno en la Grande Boucle, Andrey Amador resiste tras dos semanas de carrera con un esguince de segundo grado desde la primera etapa de la ronda gala“No hacía falta ser médico para ver que necesitaba casi un milagro para seguir en carrera”. Habla Jesús Hoyos, médico de Movistar Team en el Tour de Francia 2011, del estado del tobillo de Andrey Amador tras la primera etapa de la ronda gala. El costarricense que se estrenaba en la Grande Boucle, conoció en la primera caída de esta edición del Tour la tan cacareada dureza de la semana inicial de la carrera. El diagnostico: “Esguince de tobillo izquierdo. Grado 2”.  La prescripción habitual: “De diez a quince días de inmovilización total”.

“Pero esta gente es de una madera especial”, apunta Hoyos. Es la única explicación a lo que vino después. Amador, que sigue con fuertes dolores en su tobillo, continúa en carrera tras quince etapas, con Pirineos, viento, lluvia y hasta granizo por en medio y con sólo cinco días por delante para completar su sueño y el de todo un país, que le sigue al minuto y que la pasada semana emitió un sello con su imagen –junto a otros tres deportistas costarricenses: el atleta Brenes, la boxeadora Gabriels y el futbolista Nery Ruiz-, muestra clara del fervor por Andrey en Costa Rica: “Estoy muy agradecido por todos los ánimos que me están llegando desde allí. Los medios de comunicación, la gente en las redes sociales… Todos se han volcado con un deporte que es minoritario allí. Sin ellos no sé si hubiera aguantado porque el esfuerzo está siendo muy grande”, dice Amador sobre el seguimiento a su figura –primer ciclista del país en correr un Tour – en Costa Rica.

“Los primeros días lo pasé muy mal porque el dolor era muy fuerte y el golpe moral también me afectó –reconoce Andrey-. Luego, poco a poco fui algo mejor, pero al final pedaleas descompensado durante muchas jornadas y lo vas acusando. Estos dos últimos días he sufrido mucho, sobre todo ayer. Como decimos con el doctor, a veces das un paso para adelante y dos para atrás. Estuve a punto de abandonar. Espero que el día de descanso de hoy me vaya bien y poder seguir en carrera. Lo más fácil hubiera sido marcharme para casa hace días, pero quiero acabar el Tour por mi equipo y por mi país”. Amador, farolillo rojo del Tour, palpa que su esfuerzo está calando en las carreteras francesas: “El público me está apoyando mucho en las cunetas, noto que me reconocen, sobre todo la afición del País Vasco, donde he corrido en amateurs. Me están apoyando mucho y les estoy muy agradecido. Lo de ser último no me gusta, pero es una anécdota. Sé que si estuviera al 100% no estaría en ese puesto y eso me tranquiliza. Mejor último que haberme ido para casa el primer día, porque eso me hubiera dejado muy mal sabor de boca”.

El doctor de Movistar Team también espera la evolución de Amador –prosigue en el día de descanso prosigue su tratamiento a base de hielo, antiinflamatorios y ultrasonido- pero ya apunta: “Si logra acabar el Tour, será una de las cosas más extremas que habré visto en mis muchos años en el ciclismo. No por la gravedad de la lesión, sino por lo complicado de soportarla en la carrera más exigente del mundo”, asegura Hoyos.