Asentado en todos los roles
27 Noviembre 2012

Entrevista - Gutiérrez

Iván Gutiérrez intentará dar otro golpe de efecto a su carrera en 2013 tras dos años marcados por enfermedades y lesiones y, además del trabajo de equipo, pondrá sus ilusiones en el Tour, las cronos y los Campeonatos de España

“El ambiente es excepcional y una de las claves para que funcionemos luego en la carretera”. Iván Gutiérrez siente a la estructura del Movistar Team como «una familia”, su motor para mantener la ilusión y la ambición después de 14 temporadas como profesional. El ciclista cántabro cumple hoy 34 años y disputará su décimosegunda campaña en el bloque de Eusebio Unzué. Seis veces campeón de España, dos en ruta y cuatro en contrarreloj –también fue subcampeón del mundo en 2005-, se ha convertido en una pieza básica en el conjunto telefónico con una experiencia que solo supera Pablo Lastras. El de Hinojedo repasa para BiciCiclismo su trayectoria, su cambio de rol como un aval para sus líderes, aunque no pierde su competitividad pese al paso del tiempo y apunta a Eusebio Unzué como “fundamental” en su carrera.

Debutaste en el 2000, ¿qué recuerdo tienes de entonces?
Tengo muchos recuerdos. Cuando un ciclista amateur llega a profesionales, a un equipo de élite, como era la ONCE, con corredores muy importantes, eso te marca para bien. Al menos anteriormente había estado concentrado con ellos una vez y no fue llegar de golpe. Jalabert especialmente se portó muy bien conmigo. Tengo un recuerdo muy nítido y presente de aquella concentración en El Bosque (Cádiz).

¿Y qué queda de aquel chico de 23 años?
Me queda mi ilusión, mi manera de trabajar, siempre ha sido la misma; sigo siendo el mismo machacas de antes. Todo lo que he conseguido ha sido a base de trabajo. He evolucionado, en unas cosas para bien y en otras para mal. Hay que adaptarse a los cambios, el ciclismo como la vida es un cambio permanente.

¿Y has sabido evolucionar?
Sí, pienso que sí. Yo creo que siempre he tenido una manera de correr y una ambición de ganador. Hay pocos corredores con capacidad de ganar cinco carreras al año y sobre todo de ganar en mi terreno y en las cronos. A lo largo de la carrera deportiva es importante adaptarse a cada situación, asumir otros papeles secundarios, más en el Movistar Team con un súper clase como Alejandro (Valverde). Quizá mi rendimiento en crono no es como el de antes, llevo tres años sin estar a gusto en la bici, y mi función se ha centrado más en ayudar a otros a ganar.

Entonces, ¿has buscado tu sitio en el pelotón y en el equipo?
Cada uno tiene que ir viendo cuál es su posición. El buen hacer de un ciclista es adaptarse a las circunstancias, incluso en el día a día de las carreras. Cuando uno tiene una función asignada, sea cual sea, se tiene que adaptar, y si no puede, tiene que delegar inmediatamente. Es una cuestión de adaptación.

Y en tu caso, ¿te has adaptado a tu nuevo rol?
Yo es algo que hago sin ningún problema. Hay algunos veteranos que quizá todavía no se han dado cuenta porque a todo el mundo le gusta ganar. A mí no se me caen los anillos por trabajar ahora como lo hice cuando empezaba en la Once. Me dejaba la vida por Olano o Jalabert. He aprendido el oficio. A los jóvenes siempre les digo eso, que hay que aprender el oficio, a trabajar, a ser compañero y ayudar. Y que si son tan buenos, tendrán las oportunidades suficientes para demostrarlo. No serás un buen líder si no sabes trabajar.

¿Aún te sientes competitivo? ¿Tienes ambiciones personales?
El año pasado el problema de la celiaquía –intolerancia al gluten- me hizo perder la temporada. Este año tuve la caída del Tour de Francia y después no conseguí el mismo nivel. Los ciclistas ahora somos más frágiles. Nuestra preparación es más intensa y minuciosa, y estamos más expuestos a enfermedades. Pero, como te he dicho, si no tuviera ambición, no sería ciclista. Me gustaría volver a ganar ciertas carreras, aunque tampoco tengo una gran inquietud por ello. Sobre todo, quiero sentirme bien cuando salgo a entrenar y en las carreras; cuando lo he estado, he demostrado. Y espero recuperar un buen nivel en las cronos. El equipo está trabajando en ello. Estamos Castroviejo, Plaza y yo, y ahora han llegado otros especialistas. La biomecánica y la preparación física son fundamentales. Ahora si te fijas pocos corredores llevan una mala posición en la bici. El nivel medio ha aumentado de hace siete u ocho años a ahora, hay un grupo que va muy rápido contrarreloj.

¿Crees que aún puedes ganar carreras?
Yo he ganado en el Mont-Faron, el Giro de Emilia o Montjuic, además de en crono, salvo al sprint y con la edad pierdes punta de velocidad. Cuando un ciclista está al 100%, y ha tenido y tiene calidad, creo que puede estar arriba con relativa facilidad, si es que lo ha estado antes, y en mi caso la experiencia es un extra. Y yo estoy tratando de conseguir eso. Ahora tengo una función importante en el equipo y estoy supeditado a otros, pero siempre hay oportunidades. No conozco a ningún director que haya frenado a un ciclista para que no gana. Hay margen y tiempo para todo.

Llevas desde 2002 en la misma estructura, ¿qué has encontrado en ella?
Para mí el equipo humano que tengo en el equipo es vital. Creo que el ambiente es excepcional. A lo largo de los años, entra y sale gente, pero considero que ya es parte de mí, con los mismos directores, ahora Arrieta y Txente, a los que considero amigos, y con Lastras que es el único más veterano que yo. Y para mí es fundamental Eusebio (Unzué). Puede estar más desligado del día a día pero es consciente de todo y nos proyecta la ilusión que él tiene de afrontar las carreras como si fuera el primer día: cómo explica los detalles de las carreras, se sabe los recorridos de memoria, es una enciclopedia abierta. Es digno de admirar, con los corredores que ha dirigido y lo que ha vivido, se podría ir apagando. Y me sorprende su capacidad que tiene de sacar a cada corredor todo lo que tiene, sabe lo que cada uno tiene que dar en cada carrera. Sabe optimizar a los corredores al máximo y eso es muy importante.

Pese a todo, ¿has tenido ofertas para cambiar de maillot a lo largo de estos años?
Afortunadamente, siempre que he renovado he tenido ofertas de otros equipos. Aquí estoy bien valorado económica y personalmente. Somos una familia y por mi carácter siempre voy de cara al decir las cosas, para bien o para mal. Lógicamente, si no hubiera estado valorado económicamente, me habría marchado, es lógico. En este aspecto, me siento afortunado y tengo que estar agradecido.

En esa trayectoria, has compartido equipo con ciclistas de una enorme calidad, ¿a quiénes destacarías?
A mí el talento que más me ha impresionado ha sido el de Valverde. Pero el más fuerte que he visto a nivel mental es Jalabert. Si Valverde tuviera la cabeza de Jalabert, estaríamos hablando de un Indurain o aún mejor, porque Alejandro tiene todo el talento del mundo. Jalabert era un ejemplo de superación, tenía una capacidad de trabajo y sacrificio más grande que cualquier otro.

Han pasado 13 años desde que debutaste en profesionales tras ser campeón del mundo contrarreloj sub 23, ¿cómo llegan los más jóvenes hoy a los equipos profesionales?
Los jóvenes de hoy en día tienen menos complejos y menos respeto por los veteranos pero también es verdad que los veteranos no tenemos la sensación de sentirnos mayores. Yo me considero uno más, ni más viejo ni más joven, y a ellos les considero igual. No valoramos a los nuevos por la edad, no los juzgamos por eso, sino por su condición de ciclista y en la carretera. Por otra parte, los jóvenes en nuestro equipo tienen un calidad superior a la media, todos los que llegan son corredores súper clase. Ahora bien, hay que empezar de cero en todo. Yo llegué como campeón del mundo sub 23 y un año antes Gaizka Lejarreta. Lo jóvenes se tienen que hacer un hueco y aprender el oficio. Hay mucho que aprender durante toda la carrera deportiva, yo aún lo hago, y seguro que hay cosas que no aprenderé nunca.

Volvemos al presente, ¿qué objetivos te marcas para el próximo año? ¿conoces tu calendario?
Empezará en el Tour Down Under, es una carrera que me gusta y siempre pido ir. Suelo empezar fuerte porque las alergias me afectan a partir de mediados de marzo y entonces aprovecho para descansar. Después, estará el Tour de Francia al que Eusebio tiene pensado llevar un bloque similar al de este año; si no pasa nada, allí estaré. Otro objetivo es el Campeonato de España, tanto en contrarreloj, porque llevo varios años sin hacer nada, como el de ruta, es muy especial porque llevas todo el año el maillot de campeón. Y me gustaría recuperar mi nivel en las cronos.