Defensa ante la adversidad
25 Mayo 2012

Giro de Italia (et. 19)

Movistar Team mantuvo con orgullo el liderato por equipos pese al hundimiento de Intxausti y mañana tendrá su reválida definitiva en los terribles Mortirolo y Stelvio

No pudo aguantar Beñat Intxausti su privilegiada plaza en el top-ten del Giro de Italia 2012. El joven vizcaíno –que arrastraba un resfriado que ha minado sus fuerzas desde el pasado viernes- ha terminado por hundirse en la antepenúltima etapa de la carrera, el primero de los dos tapponi dolomíticos que decidirán la carrera y que encadenaba los pasos por Manghen (1ª), Pampeago (1ª), Lavazè (2ª) y Alpe di Pampeago (meta), en los 75 kilómetros finales. El líder del Movistar Team se ha descolgado al inicio del primero de ellos pero, pese al golpe moral de ver cómo se esfumaban sus opciones, ha tenido el arrojo de terminar la etapa en el grupo de los pocos velocistas que aguantan en carrera. Por delante arribaba Fran Ventoso, protagonista del día al infiltrarse en la fuga de quince ciclistas que comandó la jornada y a cuyos últimos supervivientes superó en la subida final Kreuziger (AST) para hacerse con el triunfo parcial.

Ante la ausencia de su jefe de filas, Movistar Team debía multiplicar sus esfuerzos para mantener el codiciado liderato por escuadras. Y a fe que lo hizo. Bruseghin. Pardilla, Samoilau y Amador se mantuvieron siempre en el grupo cabecero de treinta elegidos y minimizaron las pérdidas en los durísimos cinco kilómetros finales para dejarse poco más de tres minutos respecto al Lampre y mantener la primera plaza, todavía con 8’37’’ de ventaja. Una renta que deberá defender mañana en la terrible penúltima etapa del Giro. Nada menos que 219 kilómetros entre Caldes y el Passo dello Stelvio, Cima Coppi de esta edición de la Corsa Rosa con su cima a 2.757 metros de altitud tras 22 km al 7% de pendiente media y al que se llegará tras haber superado justo antes el mítico Mortirolo (11 km al 10,5% y rampas de hasta el 22%).

DECLARACIONES Beñat Intxausti: “Estamos ya en el penúltimo día del Giro y me ha pasado factura un poco todo. La acumulación de esfuerzos, la fatiga, el resfriado que llevo arrastrando más de una semana y que tampoco ayuda… La verdad es que he tenido un mal día. Ayer ya vi que estaba muy cansado y hoy, también. En el Manghen la carrera se ha lanzado y ya no podía aguantar más. Me he quedado a 100 kilómetros de meta, pero tampoco he pensado en tirar la toalla estando tan cerca de Milán. Ha sido una sensación extraña estar en el grupo de los sprinters después de lo que había hecho estas tres semanas, pero así son las carreras. Pese a lo de hoy, creo que tengo que estar satisfecho del Giro que he hecho. Era mi primera participación y quizás he pagado esa inexperiencia, pero me ha gustado mucho la carrera: su dureza, el recorrido, el ambiente… Para el futuro me vendrá bien este Giro porque estoy seguro de que repetiré aquí algún año. Mañana queda una etapa durísima. Hoy han sido casi siete horas, otra más de traslado al hotel… Veremos cómo nos levantamos y si nos queda algún gramo de fuerza para pasar el día”.