A prueba de contrarreloj
29 Marzo 2013

Entrenamientos

Movistar Team concluye dos jornadas en el Circuito de Velocidad de Los Arcos dedicadas a la mejora de la lucha por equipos contra el cronómetro

El asfalto del Circuito de Velocidad de Los Arcos, habituado al ruido de los motores, ha visto rodar por segundo día consecutivo a los veinte ciclistas del Movistar Team concentrados en tierras navarras de cara a la mejora en la lucha conjunta contra el cronómetro. Durante más de una hora, los corredores de Eusebio Unzué, divididos en dos grupos de diez ciclistas, han vuelto a ensayar las diferentes técnicas y a probar los diferentes materiales con el fin de mejorar las ya notables prestaciones demostradas en esta especialidad en las últimas competiciones.

“Tratamos de cumplir un doble objetivo –explica Mikel Zabala, máximo responsable de la preparación física del equipo-. Por un lado, regular mejor el esfuerzo de los corredores atendiendo a los datos que nos van ofreciendo sus potenciómetros y por otro, concienciarles de que cuando van en cabeza tienen que preocuparse del resto de compañeros que llevan detrás”. Zabala incide en ambos aspectos: “El hecho de tener los datos en el SRM tiene que hacer que ellos regulen mejor sus esfuerzos. Puede parecer que esto sólo sería importante para una crono individual porque en la de equipos tienes que acoplarte al resto, pero la clave aquí es que con esos datos puedes jugar con la duración de los relevos. Si superas tus límites, sabes que luego lo vas a pagar porque aquí no hay posibilidad de recuperación como en la individual. Y por otro lado, es vital que asimilen que, especialmente con las trazadas y con la dirección del viento, deben tener en cuenta que tienen detrás ocho compañeros. No tiene nada que ver cómo entrar a una curva cuando vas sólo que cuando estás en una crono por equipos. Eso condiciona todo”.

La doble jornada en Los Arcos ha servido para comprobar in situ la evolución del equipo en la especialidad: “En los primeros momentos les hemos dejado que cometieran errores, que ellos mismos se dieran cuenta.  Ahí es muy importante la experiencia de gente como Lastras o Gutiérrez, que rápidamente se dan cuenta de todo y corrigen a los más jóvenes. Lo más positivo es comprobar como después de esos fallos, enseguida se van conjuntando y acaban rodando casi perfecto”. Y cuando lo consiguen, vuelta a empezar: “Se trata de que se adapten rápido a las circunstancias; por eso cuando ya van acoplados, lo que hacemos es girar el sentido en el que dar las vueltas al ciruito para que el viento y las trazadas varíen de nuevo. Parece sencillo rodar en el circuito, pero allí los cambios en el viento son constantes porque hay muchas curvas y eso exige mucha compenetración. Es lo que buscamos y creo que los chicos lo han conseguido”.

La escuadra telefónica finaliza así un mini stage que se prevé tenga continuidad en las próximas semanas en Granada con la visita al túnel del viento para proseguir con este trabajo específico: “El reto es convertirnos en un equipo referencia en esta modalidad, que Movistar Team siempre cuente entre los favoritos. Creemos que eso también da una identidad propia al equipo y que los corredores se identifican con ella. Es algo que venimos consiguiendo desde el pasado año y en lo que tenemos que seguir mejorando. Esta especialidad es todo un arte y podemos seguir mejorando técnicamente en muchos aspectos, aunque al final la clave la tiene el que va subido encima de la bici. Él es quien al final gestiona todo y eso es lo que marca las diferencias entre unos ciclistas y otros”.