Carlos Barbero y las ideas claras
16 Noviembre 2016

Las caras nuevas de Movistar Team 2017 (3/6)

El burgalés se autodescarta de las grandes vueltas en su debut en el WorldTour con Movistar Team y agradece la "normalidad" de un grupo donde todos hacen "que te integres mucho más rápido"

Carlos Barbero es un ciclista distinto. No lo es, ya, por sus estudios de Ingeniería Mecánica Industrial, cada vez más comunes las titulaciones universitarias en un deporte que pecaba de falta de formación entre sus practicantes no hace tanto tiempo. Tampoco por ser sprinter en, quizás, el equipo más inclinado a las grandes vueltas de todo el WorldTour. Ante todo, este burgalés de 25 años demuestra una claridad de ideas apabullante. Pocas palabras, muy bien medidas, que denotan madurez. En Movistar Team le toca demostrarla.

He dado todos los pasos: tres años en Continental, dos más en Continental Profesional con Caja Rural… y ahora me llega esta oportunidad, la que todo ciclista quiere, la de llegar a la máxima liga, al WorldTour. Un equipo nuevo, pero del que ya conozco a muchos de sus corredores, y cuya oferta afronto con muchas ganas, sobre todo por ese calendario más amplio, de más calidad. Movistar Team pone todos los medios y yo afronto este reto ilusionado”.

Dos de las incorporaciones del conjunto de Eusebio Unzué para 2017, Bennati y él, son de hombres rápidos, si bien quizás en el caso de Barbero la balanza de escenarios se inclina por “mi relación potencia-peso, que me permite obtener mejores resultados en llegadas que pican hacia arriba que en sprints planos. Pero a mí me gusta estar disputando todas las carreras en que estoy, estar en la ‘salsa’”.

Y es al preguntarle sobre su calendario 2017 cuando se hace patente esa clarividencia antes citada. “Debo de ser uno de esos corredores raros que no les apasionan para nada las grandes vueltas. Son para otro tipo de ciclistas. No me obsesionan. Prefiero clásicas y carreras que se adecúan más a mis características”. Llegar a Movistar Team le abre a Carlos Barbero la opción de conocer esos nuevos terrenos. “Pruebas como Milán-San Remo o Amstel Gold Race son citas que me gustaría probar. Son carreras que has visto toda la vida por la tele y ahora puede darse la circunstancia de vivirlas desde dentro”.

Ese salto le ha abierto también las pruebas de un grupo que parece grandioso desde fuera, pero que es tan normal como siempre lo transmitimos desde dentro. “A muchos aquí ya les conocía de correr tantas pruebas contra ellos. Antes eran rivales; ahora, compañeros. No viví en el stage de Pamplona nada especial al conocerlos… porque son normales. Ves a Alejandro, a Dani (Moreno), a Nairo… que por la tele hacen lo que hacen, son los mejores del pelotón, pero luego el trato y todo con ellos es muy normal. Son uno más en la dinámica del grupo. Parece extraño que se comporten de forma tan natural, pero esa quizás sea la clave del éxito. Son uno más y eso hace que te integres mucho más rápido”.

¿Mi temporada 2017 ideal? No pido mucho. Que el equipo esté contento con mi trabajo, y si pueden llegar triunfos, cuantos más mejor, está claro. Pero debemos ir paso a paso: adaptarse al equipo, al salto de nivel… y que lo demás vaya llegando”.