Más vivos que nunca
13 Julio 2013

Tour de Francia (et. 14)

Rojas -4º en la victoria de Trentin (OPQ)- y Erviti pelean el triunfo camino de Lyon y meten de lleno nuevamente a Movistar Team en la lucha de la general por equipos antes del Mont Ventoux

AUDIOS: José Joaquín Rojas | Imanol Erviti

Tras la enorme desilusión por el infortunio sufrido ayer en el Tour de Francia 2013, los hombres de Movistar Team se han resarcido con un notable protagonismo en la 14ª etapa de la carrera, 191 km con siete cotas puntuables entre Saint-Pourçain-sur-Sioule y Lyon. La jornada, cubierta a un elevadísimo promedio (45 km/h), asistió a un enorme pulso por entrar en la escapada del día hasta que José Joaquín Rojas e Imanol Erviti se infiltraron en el numeroso corte de 18 hombres que acabó peleando por el triunfo.

La fuga tuvo que luchar durante casi cien kilómetros en un frenético pulso respecto a un pelotón en el que los equipos sin representación en la escapada obligaron a esta a un esfuerzo extra durante casi dos horas. A falta de 15 km para la meta, en la penúltima ascensión del día, se desencadenaban los ataques por la victoria: un primer movimiento de Van Garderen (BMC), rápidamente respondido por Rojas, y otro de Simon (SOJ), cuyo esfuerzo le llevó con opciones hasta la pancarta del último kilómetro.

Descolgado Erviti tras un gran trabajo en favor de Rojas, el murciano llevó sobre sus espaldas la responsabilidad en un larguísimo sprint final en el que fue finalmente superado por Trentin (OPQ), Albasini (OGE) y Talansky (GRS). Pese a no poder rematar con el triunfo parcial, el esfuerzo de los dos azules supone una gran recuperación en la clasificación por escuadras –tras los casi 20 minutos perdidos ayer- para un Movistar Team que se sitúa en 2ª plaza a poco más de dos minutos de volver a vestir los cascos amarillos que lucieron hasta la fatídica jornada. Mañana domingo llega una de las etapas claves de la Grande Boucle: la más larga, con 243 km entre Givors y el mítico Mont Ventoux (Especial), con sus 21 kilómetros al 7’5% de desnivel.


DECLARACIONES:

José Joaquín Rojas: «Lo que queríamos sobre todo era dar un puñetazo encima de la mesa para decirle a todo el mundo que a pesar de lo de ayer no nos hemos rendido y que tenemos las ganas y el coraje para seguir haciendo un gran Tour. Hoy me ha tocado a mí pelear por la victoria, pero no ha podido ser. Los compañeros de fuga sabían que era el más rápido y como es lógico, me han forzado a tapar varios huecos al final, sobre todo en el último kilómetro cuando se ha marchado Albasini. Veía que se me iba la carrera y he tenido que gastar casi todo lo que me quedaba a falta de 600 metros y Trentin, que iba a mi rueda, se ha aprovechado. Todos esos esfuerzos te van minando las fuerzas, pero había que jugar a ganar.

Me voy con la sensación de haber perdido una gran oportunidad, pero también con la satisfacción de haber dado todo lo que tenía en las piernas y en el corazón. Aquí no sólo cuentan las fuerzas, sino también la suerte. Si ayer no nos sonrió, hay que seguir intentándolo. Así es el ciclismo. El martes también hay un día en el que puedo intentar meterme en la fuga, pero sobre todo nos queda una semana muy buena para todo el equipo. Todavía no hemos dicho nuestra última palabra. Sabemos que hemos hecho las cosas bien durante todo el Tour y de que fue la carretera la que nos jugó una mala pasada ayer«. 

Imanol Erviti: «Ayer pasó lo que pasó y hay que apechugar con ello. Encararlo con optimismo es lo que te hace tirar hacia adelante. Es lo que queríamos demostrar hoy: que seguimos aquí y que seguimos con ganas.  Lo bueno es que hoy sabíamos que era el primer día de pelea realmente dura por entrar en la fuga y hemos estado dos. Corriendo unidos y compartiendo los esfuerzos hemos disputado el triunfo hasta el final con Rojas. Para la moral y para enfocarlo con positivismo, estar peleando por la victoria de etapa nos va a venir muy bien.

Había algunos equipos que no habían metido a nadie en la fuga y ha sido un auténtico pulso con el pelotón. Al final han cedido, pero ha costado más de lo habitual, casi 100 kilómetros a tope hasta el avituallamiento. Estábamos varios equipos con dos representantes y uno de cada siempre nos sacrificábamos un poco más, por lo que la fuga nunca paraba. Al final habíamos planteado que si se rompía la escapada teníamos que estar alguno de los dos en cada grupo que se formase, sobre todo en mi caso intentando que no se parase y que llegara lo más junta posible para que Joaquín esprintara. Estoy contento de mi Tour hasta el momento. No he tenido problemas con las caídas como el año pasado, estoy a buen nivel y trabajando mucho para el equipo«.