Equipo masculino 08 abr
París-Roubaix
257 Kilómetros
Eurosport 1 (dial 61 de Movistar+) emitirá la carrera de manera íntegra a partir de las 11.00h del domingo.
Teledeporte (dial 64) también ofrecerá la carrera desde las 11.00h, aunque dependerá de la Copa Davis: en caso de que la eliminatoria de tenis esté resuelta tras el cuarto partido, se verá íntegra; si no lo está, se emitirá por la web el tramo final.
El mejor resultado obtenido por Movistar Team en la carrera es la 9ª posición de Imanol Erviti en 2016.
A pesar de que lleve muchos años disputándose sobre terreno polvoriento, caluroso y sin lluvia -y eso puede cambiar en 2018-, la París-Roubaix siempre guarda una mística especial, la de una prueba diferente a todas las demás. Sus tramos de pavé -54,5 kilómetros, sobre un total de 257- son muchísimo más rugosos que los de Flandes u otras zonas del norte de Europa, hasta el punto de que cualquiera de sus llanas secciones se vuelve más exigente para el cuerpo que una subida de ‘De Ronde’. Nerviosa, impenitente y legendaria, la ‘Reina de las Clásicas’ es una cita con la épica -sin que ese término resulte exagerado como en la mayoría de ocasiones que se utiliza- que guardan las dos ruedas.
Hasta el primer tramo (km 93), la pelea por meterse en la fuga -que a menudo llega más lejos que en otras pruebas- es constante y no permite que baje el ritmo. Desde esa primera sección (29, en orden inverso) hasta la 20, los adoquines no son tremendamente dificultosos, pero todo se complica al entrar en Arenberg (19, km 162, 95 a meta). Los 2,4 kilómetros de esta verdadera trinchera, en ligera bajada, marcan la gran selección de la prueba y no permiten pasar más que en fila de a uno.
A partir de allí, la carrera encadena secciones con adoquines más abultados y difíciles de transitar. Son claves los pasos por Mons-en-Pévèle (tramo 11, 49 a meta), por sus tres larguísimos kilómetros de piso muy complicado, y la larga combinación de Camphin-en-Pévèle (5) con Carrefour de l’Arbre (4), escenario de los ataques por la victoria por su estratégica posición a menos de 20 del final. Aun así, en cualquier punto del recorrido hasta el mítico Velódromo, por un pinchazo, una caída o un movimiento inesperado, puede decidirse la suerte de esta carrera de otro tiempo.