Tour de Francia

Con todas sus armas hacia el Tour. Movistar Team presenta en la 105ª edición de la ronda francesa el que quizás sea, hombre por hombre, el equipo más potente que jamás ha alineado en la ‘Grande Boucle’. Nairo Quintana, Alejandro Valverde y Mikel Landa encabezarán un ocho que busca brindar a su afición y a Telefónica un triunfo en París doce temporadas después.

Por tercera vez en trece años (2005, 2011), el Tour de Francia partirá desde el Vendée y rodará en sus primeras seis jornadas cerca del mar, en las regiones del País del Loira y la Bretaña. Dos etapas a buen seguro muy nerviosas, con finales en Fontenay-le-Comte (201 km, sábado 7; mucho recorrido costero) y La Roche-sur-Yon (182,5 km, domingo 8), abrirán la acción en una carrera cuyas primeras diferencias llegarán muy pronto, en una crono por equipos de 35,5 km (lunes 9) en Cholet, con algunos repechos entre los que se encontrará la Côte de la Seguinière, a nueve del final.

Las etapas en Bretaña -cuarta, quinta y sexta- no serán sencillas por el viento, la tensión aún patente en carrera en una primera semana y los continuos repechos. Dos, de hecho, acabarán en alto: la de Quimper (miércoles 11), toda una clásica con cinco cotas puntuables y decenas de ascensos en su segunda mitad, y la del Mûr-de-Bretagne (jueves 12), cota final ya utilizada en 2011 y 2015.

Dos jornadas llanas hacia el interior -Chartres y Amiens; viernes 13 y sábado 14- conducirán la carrera hacia el día que muchos corredores más temen: el del pavé en Roubaix (domingo 15), con quince tramos y 21 km que imitan de un modo casi totalmente fiel el recorrido final de la ‘Clásica de las Clásicas’. De allí saldrá una carrera seguramente distinta, camino del primer día de descanso… y la rica montaña de este Tour.

Los Alpes de esta ‘Grande Boucle’ (etapas décima a duodécima; martes 17 – jueves 19) recuperarán escollos muy tradicionales y explorarán lugares nuevos. Precisamente la primera jornada de este bucle -158 km desde Annecy hasta Le Grand-Bornand- presentará una gran novedad con el tramo de tierra del Plateau des Glières, primer Especial de la carrera con sus 6 km al 11,2%. Tras un largo llaneo, el encadenado Romme (1ª) / Colombière (1ª) provocará a buen seguro los primeros ataques de los escaladores.

El Tour, imitando el modelo de éxito de la Vuelta, probará el miércoles 18 con una etapa breve (108 km) y muy dura, con Bisanne (HC), Pré (HC), Cormet de Roselend (2ª) y La Rosière (1ª), ya cubierta un mes y medio antes en el penúltimo día del Dauphiné. Para cerrar los Alpes, un kilometraje más clásico (175 km) y de puertos míticos: Madeleine (HC), los Lacets de Montvernier (2ª), Croix-de-Fer (HC) desde Saint-Jean-de-Maurienne y final en el puerto más mediático, Alpe d’Huez (HC).

Antes del segundo descanso y los Pirineos, el Tour tocará brevemente el Macizo Central con una llegada muy habitual en Mende (2ª), el sábado 21, y visitará también una subida occitana lejana a la cordillera principal pero muy interesante: el Pic de Nore (1ª), el domingo 22. Desde Carcassonne hasta París ya no habrá descanso, ya que la singladura pirenaica abarcará en esta ocasión los cinco días anteriores a los Campos Elíseos.

Será un ‘2+1’ de montañas en este último bloque del Tour, ya que habrá una jornada llana -final en Pau, 18ª etapa, jueves 26- en medio de las últimas ascensiones de la carrera. La 16ª etapa (martes 24) visitará brevemente España, con Portet d’Aspet (2ª), Menté (1ª) y rápida bajada desde el Portillón (1ª) hasta Bagnères-de-Luchon… en un día de 218 km. El extremo opuesto a esta dura exigencia lo constituirá la innovadora y chocante 17ª etapa (miércoles 25): ¡65 kilómetros! -en línea, no es crono-, con parrilla de salida incluida -al estilo del mountain bike o el ciclocross-, sin un solo metro llano, superando Peyragudes (1ª), Val Louron (1ª) y final en Portet (Especial).

Antes de París, dos etapas que por sí solas podrían ser decisivas y lo serán aún más por su situación. El viernes 27, la jornada que podría considerarse reina junto con Alpe d’Huez: seis ascensiones y 200 km entre Lourdes y Laruns, con Aspin (1ª) y el Tourmalet (HC) a mitad de recorrido y remate con Bordères (2ª) y Soulor + Aubisque (HC) antes de veinte kilómetros de descenso final. Y el sábado 28, la única contrarreloj individual: un recorrido nada llano, incluso con una cota de 900m al 10% antes de meta, por el País Vasco francés, entre Senpere (Saint-Pée-sur-Nivelle) y Ezpeleta (Espelette), 31 km en total.