Andrey Amador

El #TicoRosa vivió en 2016 algunas de las emociones más intensas de su carrera. Tras rozar su segundo triunfo en profesionales en la última etapa del Tour de Romandía, Andrey Amador comenzó el Giro de Italia -donde había finalizado 4º el año anterior- con un doble objetivo: apoyar a Alejandro Valverde y brillar cuando tuviese la oportunidad. Y a fe de que cumplió con ambos.

Tercero en la contrarreloj inicial, el calor de las primeras elevaciones parecía sacarlo de la zona noblºe de la general. Hasta que una excelente CRI en los viñedos del Chianti y una continua demostración de bravura en la segunda semana acabaron aupándole, aquel 20 de mayo en Cividale del Friuli, a un hito con el que muchos ciclistas sueñan: la ‘maglia rosa’.

Para la nueva campaña, a Andrey le espera una pequeña reestructuración en su calendario. Presente siempre que ha podido en el pavé, el costarricense basará su recorrido 2017 más en las vueltas por etapas, con vistas a figurar -o ser apoyo de Nairo Quintana, con gusto, siempre que el colombiano lo reclame- en las ‘Grandes’.

En mi caso y por la dureza de carreras como el Giro sé que ganar es muy complicado, pero sé que mejorando mi peso puedo aspirar a hacerlo muy bien”. En esa transformación volverá a contar, como siempre, con el apoyo de un Movistar Team que lo acoge por novena temporada consecutiva, así como con el cariño y gratitud eternas de un pueblo ‘tico’ que lo cubre de parabienes cada vez que regresa a sus tierras.