UN PAÍS A SUS ESPALDAS. Seis años llevaba Brasil sin tener representación en el WorldTour, desde la retirada de Murilo Fischer y hasta la llegada de un Vinícius Rangel que ilusionó y movilizó a la nutrida ‘parroquia ciclista’ de la nación más poblada de América Latina. Un corredor aguerrido, que sobresale especialmente en la lucha individual pero que no desdeña ningún tipo de terreno, y que no tiene miedo a nada ni nadie. Desde el primer minuto que aterrizó en Movistar Team, y pese a sus apenas 21 años por aquel entonces, se convirtió en elemento dinamizador de la estructura azul dentro y fuera de las carreteras. Su título nacional 2022, conquistado con ese arrojo característico, es el punto más alto de su carrera hasta el momento.
ESTUPENDAS CREDENCIALES. Rangel, que corría en España desde 2018 -con el Bathco cántabro-, maravilló a mucha gente del ciclismo con su final de campaña 2021, habiendo aterrizado en agosto en el Telco,m navarro tras cubrir el inicio de campaña con la estructura brasileña ERT. Casi no se bajó del top-ten en los dos meses posteriores, en los que se llevó de manera consecutiva las generales de las Vueltas a Cantabria y Salamanca y, llevando su eclosión un nivel más allá, fue 9º en el Mundial sub23 de Flandes, esprintando en el pelotón que luchó por la medalla de plata. La estructura de Unzué, que ya lo seguía desde años atrás, no dudó en concederle la ‘alternativa’ ciclista.
A LOMOS DEL MEJOR. No tanta gente sabe que, durante su segundo año como juvenil y primero como sub23 (2019-20), Rangel compitió con los colores del Valverde Team, la estructura de base impulsada por un Alejandro que compartió no pocos entrenamientos en esos años con un ‘Vini’ que pasó largas temporadas viviendo en Murcia. Allí, de hecho, pasó, completamente solo, los casi cincuenta días de confinamiento en el arranque de la pandemia, situación traumática para alguien tan sociable como él, que acabó regresando a Brasil en los meses posteriores… y teniendo que buscarse bicis de amigos y conocidos para poder rodar en bici, por haber tenido que dejar su montura atrás en España.
