Tour of Britain

Mirando solo a los perfiles, uno podría pensar que la Vuelta a Gran Bretaña masculina pasa por ser una prueba para sprinters. Sin embargo, la meteorología suele ser exigente; las carreteras no son precisamente autopistas -estrechas, con poco drenaje, mobiliario urbano, pasos canadienses, zonas complicadas-; los equipos son de seis, lo que dificulta siempre controlar; y el hecho de disputarse a final de año la vuelve todavía más dura para muchos corredores.

El Tour of Britain, la penúltima ronda por etapas de 2021 para los azules antes del Giro di Sicilia, hará, con su recorrido de sur a norte, honores involuntarios a una de las rutas ciclistas más conocidas del país: la Land’s End > John O’Groats, que une los puntos más meridional y septentrional de la principal de las Islas Británicas. Pero no lo cubrirá en los casi mil kilómetros que suele tener ese trazado, sino en más de 1.300 km, adentrándose dos días en Gales y terminando con otras dos etapas en Escocia.

Aunque en este escenario cualquier etapa puede ser clave, habrá que prestar especial atención a cuatro: el arranque en la zona de Cornualles (domingo 5), con un sinfín de repechos y llegada sinuosa en Bodmin; la crono por equipos del tercer día (martes 7), con 18 km y una segunda parte bastante escarpada camino del Jardín Botánico Nacional de Gales; la otra etapa galesa (miércoles 8), con el paso (10%) por Marine Drive y la meta en ascenso en Great Orme / Llandudno; y la sexta en Gateshead (viernes 10), con tres puertos puntuables a mitad de carrera y varias rampas duras antes de otro final en cuesta.