Ignatas Konovalovas ha sido el nombre propio de Movistar Team en la undécima etapa del Giro de Italia 2011, una trepidante jornada de 142 kilómetros en los que el lituano residente en Oliva (Valencia) ha peleado por el triunfo hasta los últimos 400 metros del ascendente final de la etapa.
Konovalovas ha formado parte de la escapada del día, iniciada junto a una decena de ciclistas en el kilómetro 60 del día después de un vertiginoso comienzo que ha dejado descolgados a numerosos corredores, entre ellos un Sergio Pardilla al que las malas sensaciones en el inicio de la jornada le harían dejarse una quincena de minutos en la línea de meta. Movistar Team fue el gran animador de la etapa durante esa primera hora y media, con varios intentos de Pasamontes y el más importante de Kiryienka y Ventoso, que fueron cabeza de carrera durante bastantes kilómetros.
En la parte final, Moreno (KAT) demarraba en la fuga a 25 km del final y se marchaba en solitario hasta que un duro ataque de Konovalovas permitía al lituano de la escuadra telefónica alcanzarle y formar un dúo en cabeza hasta que el pelotón de elegidos les daba alcance en las duras rampas finales, en las que se imponía Gadret (ALM), con Lastras y Arroyo, 9º y 14º, respectivamente. Mala fortuna para Vasil Kiryienka, al que un enganchón a falta de dos kilómetros para la meta le hacía caer y ceder cerca de un minuto pese a su esfuerzo y el de sus compañeros Samoilau y Pasamontes en los últimos 2.000 metros del día.
Ignatas Konovalovas: “Desde el primer día en que miré el libro de ruta, sabía que era una etapa en la que podía llegar la fuga. Hemos estado en todos los cortes, desde el inicio, pero yo de salida iba mal, muy mal. Poco a poco me he ido recuperando y al final lo he intentado en un momento bueno, porque la gente ya iba castigada. Cuando ha arrancado Dani Moreno ha llegado un momento en el que he visto que, o saltaba a por él, o nos alcanzaban por detrás. Me iban diciendo cómo era el terreno y he saltado en el momento justo porque era una rampa corta y luego un terreno en bajada que me va muy bien. Cuando he llegado a su altura, he intentado dejarle porque nunca sabes lo cansado que va, pero luego nos hemos entendido bien, aunque sabía que era muy difícil. El grupo estaba cerca, pero siempre es mejor hacer 2º que el 40º, como al final ha pasado. Aún así, estoy satisfecho y creo que esto me va a dar un gran impulso moral. He llegado al Giro en el mejor momento del año y vamos a continuar intentándolo. Mañana puede ser un buen día para Ventoso y seguiremos estando lo máximo posible al lado de Arroyo”.