Dura resaca tras el éxito de ayer
10 Julio 2011

Mal día para José Joaquín Rojas en la jornada más selectiva de lo que va de Tour, con un virus estomacal que superó para terminar la etapa víspera del primer descanso Durísima jornada la vivida en la novena etapa del Tour de Francia 2011. Los 208 kilómetros entre Issoire y Saint-Flour han tenido todos los ingredientes de las etapas más selectivas del Tour: lluvia, frío, cambios de temperatura de más de quince grados, carreteras estrechas, un terreno sin descanso y, sobre todo, caídas, las grandes protagonistas del día –Vinokourov, Van den Broeck y Zabriskie, entre otros, se vieron obligados a abandonar la carrera- en un dramático descenso del col de Puy Mary, el primero de los cinco puertos continuados que jalonaban la parte central de la etapa, en el que afortunadamente los siete supervivientes de Movistar Team se han librado de los importantes accidentes acontecidos en la bajada.

La escuadra telefónica ha vivido sin embargo una difícil jornada con el mal día de José Joaquín Rojas, víctima de problemas gástricos desde la mañana que le impidieron ingerir alimento alguno –apenas dos geles energéticos- en las más de cinco horas de carrera. El murciano sufría en las primeras cotas del día y acababa pagando sus problemas físicos en el último de los cinco puertos centrales donde, absolutamente vacío, se descolgaba del pelotón a más de 50 kilómetros de meta. Pero el campeón de España demostraba su coraje y lograba concluir una complicadísima etapa para él por lo que, con el día de descanso de mañana de por medio, seguirá peleando  a partir del martes por el maillot verde de la carrera, clasificación en la que hoy el belga Gilbert ha aprovechado el mal momento de su gran rival para abrir un importante hueco. 

Una dura resaca tras el éxito de ayer para Movistar Team que disfrutará mañana de la más necesaria jornada de descanso en Aurillac.