Milán-San Remo

Rui Costa y un espectacular Ángel Madrazo, protagonistas de Movistar Team en una Classicissima decidida en golpes de fortuna y ataques en la que Visconti y Ventoso concluyeron en el top-20

Movistar Team volvió a mostrar la solidez de su bloque en la 103ª Milán-San Remo, primero de los cinco monumentos de la temporada de clásicas internacional disputado este sábado sobre 298 kilómetros entre la capital lombarda y la Riviera Ligure, en los que el australiano Simon Gerrans (GEC) hizo un bueno un corte formado en el último kilómetro de la ascensión al Poggio junto al suizo Cancellara (RNT, 2º) y el italiano Nibali (LIQ, 3º). Hasta ese movimiento, la escuadra telefónica nunca perdió la cara de la carrera y formó parte de varios de los ataques más importantes. El portugués Rui Costa lo intentaba en dos ocasiones: primero, en la fuga matutina de nueve hombres, que llegó a contar hasta con catorce minutos de ventaja y a la que el portugués no pudo acceder tras estar a sólo 40″, y después, en la parte final de la Cipressa, a poco más de 30 km de meta, en persecución de Hoogerland (VCD) y Vila (UNA).

El testigo del luso, que junto a otros seis hombres del equipo dirigido por José Luis Jaimerena pasó el corte propiciado por el fuerte ritmo en la primera gran ascensión del día, Le Manie -únicamente Marzio Bruseghin quedó cortado en un segundo escalón por la peligrosa bajada-, lo recogió la figura de Ángel Madrazo, que fue cabeza de carrera en solitario con su ataque en la primera parte del Poggio, movimiento sólo anulado por los tres hombres del podio. Finalmente, la selección en el descenso final dejó atrás a los azules, que aun así situaron a cuatro de sus piezas -Visconti (16º), Ventoso (18º), Lastras y el propio Madrazo- en el grupo que arribó a meta con apenas una veintena de segundos de pérdida.