Soler regresó a Sankt Gallen
29 Mayo 2012

Reportaje

Once meses después de su terrible accidente en la Vuelta a Suiza, el colombiano visitó el hospital en cuya UVI permaneció las tres semanas siguientes a su gravísima caída

Poco antes de cumplirse un año –lo hará el próximo 16 de junio- del accidente que a punto estuvo de costarle la vida en la sexta etapa de la Vuelta a Suiza, Mauricio Soler ha querido regresar al escenario en el que pasó las interminables tres semanas posteriores a su gravísima caída. El ciclista colombiano, acompañado de su inseparable mujer, Patricia, visitó hace dos semanas el Hospital Sankt Gallen en cuya Unidad de Cuidados Intensivos permaneció en coma inducido durante veinte días antes de ser trasladado a Pamplona, donde comenzó una rehabilitación que ha continuado desde el mes de diciembre en su Colombia natal.

“Él no recuerda nada de lo que le vivió allí, pero sentía que era algo que necesitaba hacer –explica Patricia-. No queríamos arrepentirnos dentro de un tiempo por no haber regresado a ese hospital. Fue muy emotivo, muy especial. Mauricio sólo había visto a los doctores y al personal en alguna foto, pero sentía que esas voces no le eran ajenas, las notaba como algo familiar. Ellos también estaban muy emocionados y agradecidos por la visita, porque no es normal que los pacientes regresen allí. Eran grandes aficionados al ciclismo y siempre han estado pendientes de su evolución”.

La espectacular recuperación de Soler, en buen estado físico después de una caída que le dejó innumerables lesiones y fracturas, ha sorprendido a los médicos que le atendieron en aquellos fatídicos momentos: “Ellos también están asombrados con la evolución. A Mauricio todavía le quedan muchos pasos por mejorar, pero es increíble recordar cómo estaba hace once meses. Ha sido una experiencia indescriptible regresar allí, el lugar desde donde prácticamente tuvo que empezar de nuevo a hablar, a caminar… Allí quedó un pedazo de su vida. Después de St. Gallen, visitamos también Herisau, a unos quince minutos de allí, donde está como residente Viviana, una doctora colombiana que nos ayudó mucho en aquellos momentos. Fue un reencuentro muy emotivo”.

Soler y Patricia se encuentran desde el pasado 10 de abril en Pamplona, donde Mauricio ha pasado diferentes exámenes y se encuentra a la espera de la citación del tribunal médico que debe evaluar el estado de sus lesiones. Tras cuatro meses de durísimo trabajo en la Clínica La Sabana de Chía (Bogotá), Soler continúa en tierras navarras con su recuperación, en jornadas de cinco y seis horas en la Clínica CUN de Pamplona antes de disfrutar durante las últimas semanas de la que sigue siendo su gran pasión: el ciclismo. “Cuando salíamos de la Mutua a las 4 de la tarde, aunque tuviéramos que hacer la compra o cualquier cosa, él me decía que ya lo haríamos después, que tenía que ver la retransmisión del Giro de Italia. Ha disfrutado mucho viendo la carrera que han hecho sus compañeros de equipo y está muy orgulloso de que se sigan acordando de él cuando logran victorias. Y también con sus compatriotas Urán y Henao, con los que junto a Nairo Quintana vivimos cuando estamos en Pamplona, y cuya actuación le ha emocionando mucho”.

Pese al giro radical que la bicicleta ha provocado durante el último año, Mauricio no muestra reproche alguno hacia el mundo que ha marcado su vida: “Él dice que es una pena haberse tenido que bajar de la bicicleta así, pero que el ciclismo también se puede disfrutar de otra manera. Nadie le ha escuchado una mala palabra hacia este deporte. Para él lo más grande es poder estar vivo y disfrutar de su hijo. No todo ha sido malo, porque todo esto le ha servido para ver el cariño que le ha demostrado tanta y tanta gente”.

Foto 1: Mauricio Soler con Viviana Triana, intensivista que le atendió en el Hospital St. Gallen.
Foto 2: Con Roger Lussman, medico intensivista y anestesiólogo del Hospital St. Gallen.