La combatividad del catalán -y de un fantástico Héctor Carretero en fuga- llevan al joven líder de Movistar Team al 8º puesto de la general.
La valentía de Marc Soler y Movistar Team volvió a quedar de manifiesto en la jornada más dura del Critérium du Dauphiné 2018, disputada sobre 110 km entre sábado con cuatro exigentes ascensiones: Bisanne (HC), Pré (HC), Cormet de Roselend (2ª) y final en La Rosière (1ª).
Sobreponiéndose a un inoportuno incidente mecánico que lo sacó del grupo de favoritos durante buena parte de la subida a Roselend, el joven catalán se repuso para ubicarse junto a los grandes nombres de la general y atacarlos a 12 km de meta. Soler se aprovechó en su movimiento de la situación delantera que había sostenido durante toda la etapa un estupendo Héctor Carretero, parte de la fuga original de 27 ciclistas.
La intentona de Marc junto a Héctor concluyó a seis kilómetros de la llegada, cazado por un grupo de favoritos que se lanzó después sin éxito en busca del vencedor de etapa, Pello Bilbao (AST). Soler, a 1’45» en la meta, progresa un puesto en la general -es octavo, a 3’40» de Thomas (SKY)- y se viste con el maillot blanco de los jóvenes por solo 9″ ante Latour (ALM), antes de la decisiva etapa de mañana domingo (136 km) con final en Saint-Gervais Mont-Blanc.
DECLARACIONES / Marc Soler:
“Tenía buenas sensaciones en ese momento y, como el grupo en el que iba Héctor lo estábamos prácticamente cogiendo, quería aprovechar su presencia para atacar en la última subida, anticiparme y llegar con un poco de ventaja al tramo más duro. Sabía que lo podía pasar mal en esas rampas y quería aguantar lo máximo posible una vez que los líderes diesen el acelerón final. Mañana seguro que volverá a ser otro día difícil y muy rápido. Ojalá podamos conservar este maillot blanco mañana en la llegada, aunque no será nada sencillo. Está siendo una carrera muy dura y habrá que ver hasta dónde aguantará el cuerpo y a qué podemos aspirar».
Imágenes (c): Luca Bettini / BettiniPhoto.net