El alavés y Winner Anacona ceden 9" en la ascendente llegada del Castillo de Gorráiz, después de cubrir a buen nivel y siempre adelante los cinco tramos de tierra del Valle de Egüés. Mañana miércoles, nuevo final en ascenso en Estibaliz.
Julian Alaphilippe (DQT) hizo buenos los pronósticos al imponerse en la rampa (8%) del Castillo de Gorráiz, final de una segunda etapa de la Itzulia Basque Country 2019 con 149 km y final en el Valle de Egüés. Una jornada que transcurrió por los caminos de tierra y hormigón que unen las diferentes poblaciones del municipio navarro donde tiene su sede Movistar Team.
La escuadra telefónica corrió con bastante orden, situando a los Rojas, Anacona, Fernández, Verona, Betancur o Pedrero en varias ocasiones al frente de un pelotón que se redujo de manera progresiva en las cinco secciones de sterrato afrontadas en la última hora y media de carrera. El británico Adam Yates (MTS) fue el principal ausente, por problema mecánico, en un grupo de cincuenta corredores donde Mikel Landa sufrió un pequeño corte de 8″ entre la primera y la segunda mitad del pelotón, lo que le deja a 1’06» del líder Max Schachmann (BOH).
«No era una jornada cómoda«, señalaba Landa en meta. «Sabíamos que saldría un día nervioso, y así ha sido, aunque nos hemos sabido mover bien. Mañana llego a casa», comentaba sobre la meta del miércoles en el Santuario de Estibaliz -191 km desde Sarriguren, con nueva cuesta final-, «aunque no es un día donde vaya a tener opciones claras. Todo pasa por las dos etapas en Eibar; hasta ahí, la clave será no ceder más tiempo«.
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