Amador, Carapaz y Landa, sin percances en un suave recorrido de Rávena a Módena, donde se impuso Démare (GFC) y Conti (UAD) conservó su Maglia Rosa.
El Giro de Italia 2019 vivió su día más tranquilo, con diferencia, en los 146 km de la décima fracción entre Rávena y Módena este martes. Un recorrido plano como mesa de billar, con la sola novedad de la fuga de Hatsuyama (NIP) y Covili (BRD) -neutralizada a unos 25 km del final- y una caída bajo el arco del último kilómetro que afectó al líder de la Regularidad, Pascal Ackermann (BOH).
El francés Démare (GFC) se llevaba una volata que sortearon sin mayores complicaciones los Movistar Team, con Richard Carapaz y Mikel Landa bien protegidos por el resto de azules y en especial un Andrey Amador que volvió a asumir labores cara al viento en la última hora de carrera.
Andrey (6º) y José Joaquín Rojas (4º) permanecen en un top-ten de la general que no debería tampoco sufrir cambios sustanciosos mañana miércoles en otro recorrido totalmente plano, aunque mucho más largo, entre Carpi y Novi Ligure (221 km), previo a la montaña que comenzará el jueves.
Imagen portada (c): BettiniPhoto