El madrileño y Edu Prades, parte de la selección definitiva de 20 corredores de la que saltó el ganador Hivert (TDE) en la decisiva subida a Ibarra.
Jonathan Hivert (TDE) aprovechó su enorme potencia final para imponerse a todos los favoritos en el GP Miguel Indurain 2019, disputado sobre 193 km alrededor de Estella y que tuvieron en su preámbulo un detalle especial con Eusebio Unzué y la estructura de Abarca Sports, homenajeada en la salida por sus 40 años ininterrumpidos en el pelotón.
Los telefónicos trataron de hacer honor a tal reconocimiento y ofrecieron buenos ataques durante los últimos 70 km de carrera, salpicados con media docena de ascensiones. En Guirguillano se movieron Andrey Amador y Carlos Verona para seleccionar un pelotón del que tiró desde la salida Carlos Betancur, en busca de la fuga del día. Cazados ambos, Nairo Quintana trató de romper desde lejos, y en Lezaun, a 40 km del final, una selección definitiva de 20 corredores acabó dando las opciones de disputar la prueba al propio Verona y a un voluntarioso Edu Prades.
Descolgado el catalán en la crucial ascensión a Eraul de un grupo de favoritos tirado por Nieve (MTS), las intentonas del navarro, de Rubén Plaza (ICA) o de Tadej Pogacar (UAD) no dejaron atrás a un Verona muy en forma, al que solo el enorme desgaste y la mayor explosividad de Hivert en el decisivo Alto de Ibarra acabaron sacando de la lucha por el triunfo. Carlos cerraba en 5ª posición en el sprint perseguidor -tras Sánchez (AST, 2º), Higuita (EUK, 3º) y Nieve (4º)- y dejaba buenas sensaciones y actitud antes de integrarse en el equipo de la ‘Itzulia’, que arranca este lunes.
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