París-Niza (final)

El norteamericano de Movistar Team, el más joven de todos los participantes, brilla en su debut y se sube al top-ten de una carrera conquistada de nuevo por Schachmann (BOH), tras la debacle final de un caído Roglic (TJV).

Contra todo pronóstico, Max Schachmann (BOH) se hizo este domingo con su segundo triunfo consecutivo en la París-Niza tras una alocada jornada final -92 km entre Le Plan-du-Var y Levens-, en la que Primoz Roglic (TJV) sufrió dos caídas y fue dejado atrás por sus rivales en el último instante para perder toda opción.

Matteo Jorgenson (Movistar Team), que llegaba en décima posición de la general a este último acto, acabó subiéndose a la 8ª plaza en su primera participación, con solo 21 años. El norteamericano terminaba igualmente octavo en un reducido sprint, conquistado por Cort (EFN), tras haber buscado las fugas iniciales en la entrada al circuito de Duranus (2ª) y contar después con el respaldo de los Rojas, Arcas, Erviti, Mora, un Mühlberger que lo acompañó hasta las últimas cotas y un Jacobs que también figuró hoy brevemente en fuga.

Valiosas experiencias, en su primera carrera como líder de partida de Movistar Team, para un Jorgenson que sigue demostrando, en su segunda campaña en el WorldTour, su calidad digna de los grandes.

BALANCE FINAL / Matteo Jorgenson:

«Un día realmente caótico, mucho más de lo que esperaba. No pensaba que con un recorrido así fuesen a pasar tantas cosas. La verdad es que he salido con idea de disputar el primer sprint intermedio, para intentar asegurar el top-ten y que la gente que tenía pegada en la general no me pudiesen coger. Por eso he atacado a 2 km del paso intermedio en la primera subida, pero enseguida salieron a por mí para evitarlo.

Una vez me cogieron empezamos la primera bajada y Roglic sufrió la primera caída. Ahí ya me di cuenta que el día iba a salir raro. Esperamos a Roglic, bajamos el ritmo y luego, otra vez a tope para la segunda subida… y justo ahí pinché. En el peor momento, justo antes de empezar la ascensión. Por suerte, Gregor y Jorge Arcas hicieron un trabajo fantástico para meterme otra vez en el grupo y llevarme arriba durante la subida. Ahí ya vino el segundo descenso y la segunda caída de Roglic. Bora ya no esperó, tiraron a tope y la carrera cambió por completo. Ahí ya se sabía que no iba a volver a entrar.

De ahí a meta se ha ido ‘full-gas’ todo el rato. Ya iba al límite a pie de la última subida y lo único que he podido hacer es pasarla e intentar agarrarme a ese sprint. Al final me he encontrado un poco mejor, pero no llevaba buena posición. Contento con el 8º puesto y, sobre todo, muy orgulloso con la general que he firmado. Una buena prueba para mí, que me da confianza de disputar estas pruebas. He intentado dar el máximo todos los días y pienso que tengo la constancia para poder afrontar carreras así.

Tener a un equipo así a tu servicio tiene un valor incalculable. No puedo ponerle palabras a lo que significa para mí tener a un equipo como este a mi lado todos los días. Lógicamente, este resultado es imposible sin ellos. Son gente con muchísima experiencia, y tener a algunos de los mejores gregarios del mundo trabajando para mí, que solo tengo 21 años y es la primera vez que peleo una general como esta… es una locura. He intentado vaciarme cada día porque me lo han hecho tan fácil a la hora de ir en el pelotón, me han quitado tanto estrés, que quería compensarles por ello.

Mi siguiente carrera es Coppi e Bartali. Será mi primera ronda por etapas más ‘pequeña’ con el equipo, igual algo más ajustado a mi nivel (ríe), así que vamos a intentar disputarla y poder seguir obteniendo buenos resultados«.

Imagen portada (c): BettiniPhoto