El jefe de filas de Movistar Team concluye a menos de un minuto de los eslovenos Roglic (TJV) y Pogacar (UAD), ya 1º y 2º de la general, y es ahora 10º, a 2'54". Héctor Carretero, líder de la Montaña en Tirreno.
Sin puertos de máxima entidad, la 13ª jornada del Tour 2020 podía ser, en cuanto a recorrido, una de las más duras. Muy pocos tramos llanos en los 191 km entre Chàtel-Guyon y la cima del Puy Mary (1ª; 5,4 km al 8,1%), tras superar otros seis altos puntuables prácticamente de inicio a fin. La subida a Ceyssat (1ª), 10 km casi de salida, y las duras rampas de Néronne (2ª + Bonus; 3,8 km al 9,1%), encadenadas con el último puerto, redondeaban un día infernal.
Aunque con algunas nubes, el día volvía a ser agradable en lo meteorológico, sin lluvias y con temperaturas entre los 25ºC en la base de los puertos y los 16ºC de mínima en la cima del Puy Mary. Viento favorable, del norte, aunque suave.
Marc Soler: «Ha vuelto a ser uno de esos días en los que todo el mundo quiere ir a la fuga. He dado bastante la cara, pero no solo en la parte final: también para entrar. Imanol me ha hecho un gran trabajo para acercarme al máximo cuando se ha marchado inicialmente ese grupo de cinco, y he tenido que recortar yo solo esos 50″ hasta que he podido empalmar con el grupo de adelante.
Los ataques han sido continuos en esa parte final y el problema era que, al haber 2-3 corredores de Deceuninck, Bora, Education First… uno solo, navegando en solitario, tiene que coger más la responsabilidad a la hora de salir a los movimientos. Se nota porque ellos se van dividiendo el trabajo y a final de carrera, se acaba pagando, como me ha sucedido.
Se ha marchado primero Schachmann, y aunque intentamos mantenerle, la responsabilidad que cogió Deceuninck no fue sufuciente para cerrar el hueco y entonces intenté arrancar, pero ya era imposible. Entre puerto y puerto tampoco pasaba todo el mundo y todo ese desgaste lo vas pagando. Las últimas rampas han sido durísimas».
Enric Mas: «Otra jornada muy dura, donde poco respiro hemos tenido. Quizás solamente ese tramo en el que el pelotón ha ido más tranquilo tras la caída de Bardet y otros hombres importantes. Quitando esa ‘paradita’, todo el día se ha rodado durísimo, incluido el final. He perdido 55″; pero yo personalmente me noto mucho mejor cada día, y pienso que vamos a mejor. Se ve que hay corredores que siempre están ahí, como los dos de arriba; otros que han cedido algo de tiempo… y en esas estamos. Contentos de estar ahí; poco a poco vamos para adelante, y ojalá sea así hasta final de Tour.
Desde el equipo me transmiten mucha tranquilidad, especialmente Eusebio. Me dice siempre: ‘Estés o no estés con los de arriba, ve con tranquilidad, paso a paso, mirando al futuro’. El 2020 es un año muy diferente, hay gente muy fuerte y nosotros hemos venido aquí mirando al futuro. El equipo quiere que yo vaya cogiendo experiencia y me haga, quizás, no un poco más líder, pero sí meterme de lleno en esa dinámica. Vas conociendo puertos, carreteras, bajadas… que haremos otros años, e Imanol, Rojas, todos los veteranos y ‘maestros’ del equipo te dan tranquilidad, porque ves que lo conocen todo, y es porque llevan años y años corriendo Tour, Dauphiné y todas las carreras en Francia. Esta experiencia que voy sumando me ayudará en el futuro.
Mañana es un día donde es muy importante mantener unido al equipo, otra jornada exigente, y el domingo me tocará disputar otra vez. Vamos paso a paso, sin mirar ya directamente a Grand Colombier porque cada etapa pesa y cuenta».
Mañana sábado debe ser un día para las escapadas, aunque los velocistas conservan alguna mínima opción. Serán 194 km entre dos ciudades grandes, Clermont-Ferrand y Lyon, con el Col du Béal (2ª) y la Côte de Courreau (3ª) en la primera mitad y con solo dos pequeñas cotas de 4ª categoría justo antes de meta. Terreno para que un equipo con hambre de victoria vuelva a controlar, pero también para que una fuga consentida se presente con gran margen en la llegada.
La Tirreno-Adriático afrontaba este viernes su jornada reina, con un perfil, como en Francia, bastante sinuoso y con una llegada muy exigente: los 12 km, a casi un 8% de media, del Sassotetto. Una etapa que Héctor Carretero (Movistar Team), vestido hoy con la Maglia Verde de la montaña por asignación del líder de la carrera, Woods (EF1), volvió a plantear al ataque.
El albaceteño entraba en el corte bueno de diez y sumaba nuevos puntos tanto en el primer alto puntuable, Santa Margherita (Especial), como en el segundo, San Ginesio (2ª), ante un duro oponente, también implicado en esta clasificación, como el italiano Canola (GAZ). Cumplido su objetivo y sin opciones de etapa por el empuje del pelotón, Carretero era neutralizado a unos 45 km del final.
Héctor logró finalmente subir al podio, ya como portador oficial del maillot, al no sumar los favoritos con puntos acumulados, en un día en el que Simon Yates (MTS) daba un golpe de mano para situarse como nuevo líder. Mañana, sexta etapa, la última para los sprinters con un circuito completamente llano en Senigallia (171 km).
CLASIFICACIONES > 5ª etapa Tirreno-Adriático 2020
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