ASENTADO ENTRE LOS GRANDES. El mallorquín Enric Mas se ha consolidado en las últimas dos temporadas como uno de los vueltómanos de mayor calidad del mundo, especialmente en las rondas de tres semanas. Confirmó la solidez mostrada en 2020 -5º en el Tour y La Vuelta- terminando nuevamente en el top-ten de la ‘Grande Boucle’ -fue 6º, acabando la montaña como uno de los más fuertes- y subiéndose el pasado septiembre al podio de Santiago, 2º tras Primoz Roglic. Antes, el de Artà logró por fin alzar los brazos con el maillot telefónico: lo hizo en Dos Aguas, en el Alto de La Reina, durante la jornada más exigente de la Volta a la Comunitat Valenciana.
ÉXITOS DE GRAN NIVEL. Al margen de sus dos segundas plazas en La Vuelta, Enric ya luce victorias de prestigio en carreras del WorldTour, como la Itzulia -alzó los brazos nada menos que en Arrate-, el Tour of Guangxi -se llevó la general de la última edición hasta la fecha, 2019- o la propia Vuelta a España, en la que, camino de su primer podio en 2018, se impuso a todos los hombres de la general en La Gallina.
DE BUENA ESCUELA. No se entiende tampoco la clase y calidad de Enric sin hablar de las dos estructuras que le vieron crecer antes del salto a la primera línea. En la Fundación Alberto Contador se curtió el ciclista balear antes de dar el salto a profesionales en la estructura de Patrick Lefévère, primero en su equipo de desarrollo -el Klein Constantia, donde se llevó las generales de Alentejo y Saboya y fue 2º en el durísimo Aosta- y después, durante tres años, en el actual Quick Step Alpha Vinyl.
2020-21: Movistar Team
2017-19: Deceuninck – Quick Step
2016: Klein Constantia
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