Las rachas de viento complican la peculiar cronometrada (cota, descenso y breve llano) entre Monreale y Palermo, donde Sepúlveda y Carretero encabezaron a los 'telefónicos'. Ganna (IGD), primer líder.
Un trazado contrarreloj peculiar para abrir la 103ª edición de la ‘Corsa Rosa’, la primera (y esperemos que última) en octubre. 15,1 km entre Monreale y Palermo con un inicio duro (1 km al 6%) seguido de unos 5-6 km en claro descenso hacia la ciudad y largas rectas llanas para completar el trazado. Altísimas velocidades para abrir el amplio periplo (cuatro etapas) en Sicilia.
Jornada auténticamente veraniega en el norte siciliano, con temperaturas por encima de los 30ºC y, además y para dificultar las andanzas de los corredores, viento favorable y lateral de gran intensidad (ráfagas de 70 km/h) en el tramo inicial de carrera. Condiciones difíciles para una CRI que podía ser de récord.
Sergio Samitier: «No era una crono técnica, sino que el gran protagonista era el viento. Había ráfagas de 70 por hora, favorable y lateral, que la hacían muy peligrosa. Personalmente no quería tomar riesgos, pero aun así en la bajada, sin acoplarme y frenando, iba a 85 por hora. Me hace mucha ilusión correr este Giro; siempre se dice que es la más dura, todo el equipo vamos con la máxima ambición, buscando aprovechar esta oportunidad que el equipo nos da a los jóvenes, que normalmente tendríamos que trabajar para los líderes y aquí tendremos más libertad. Pero sobre todo, nuestra voluntad es formar un buen grupo y conseguir cosas aquí. Si trabajamos bien, pienso que podremos tener algún triunfo de etapa al alcance y nos lo mereceremos».
Albert Torres: «Sí que impresiona un Giro vivido desde dentro, acostumbrado como estás a seguirlo por televisión, y ver esta infraestructura, la gente, los grandes corredores… da gusto estar aquí. En lo que respecta a la crono, las sensaciones no han sido súper, pero acabamos de empezar y de toda experiencia, sobre todo yo que debutaba en una ‘grande’, se aprende. Era una crono difícil, con esa primera parte exigente con la subida y el empedrado y, en el descenso, con esas rachas fuertes de viento, que además ha cambiado con el paso del tiempo y en especial en el tramo final. Había rachas fuertes que, sumadas a las velocidades considerables, metían mucho peligro y te obligaban a ir con muchísima precaución. Ir acoplado se volvía un mayor peligro. Esperaba ir un poco mejor, pero tenemos que tomárnoslo con calma. Tenemos una carrera larga por delante para buscar nuestras oportunidades, empezando por mañana, y quedan dos cronos, la larga y la de Milán. ¡A continuar!«.
Este domingo se disputa la segunda fracción del Giro, con 149 km entre Alcamo y Agrigento que constarán de un tramo inicial muy sinuoso -cuatro ascensiones en los primeros cincuenta kilómetros; solo una de ellas puntuable (Santa Ninfa; 4ª categoría)- y una aproximación algo más suave por el interior de la isla, camino de la primera llegada en alto de la carrera. No es muy dura, son casi 4 km al 5%, pero ya puede deparar algún que otro susto o movimientos valientes entre ciclistas que quieran buscar el triunfo parcial o estar arriba en estos primeros días de la prueba.
En su segundo frente del día, la decisiva cuarta jornada del BinckBank Tour (UCI WT), Movistar Team logró concluir con dos de sus jóvenes, Johan Jacobs -22º en la general- y Juri Hollmann (35º), a poco más de medio minuto del pelotón principal tras una fuga que estuvo a punto de cazar a Mathieu van der Poel (AFC).
Una extraordinaria exhibición del campeón neerlandés en el circuito final del Kapelmuur y Bosberg le entregaba la etapa y la general final por delante de Soren Kragh (SUN) y Stefan Küng (GFC), con el hasta hoy líder Mads Pedersen (TFS), que se batió el cobre hasta el final para conservar su maillot verde, terminando 5º.
CLASIFICACIONES FINALES > BinckBank Tour 2020
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