Un amplio pelotón de candidatos a la general del Tour -incluido Enric, al suelo con algunos raspones- se mantuvo unido tras la fuga de la sexta etapa, en la que Lutsenko (AST) impuso su poderío. Arcas, en la escapada en Italia.
Si Orcières-Merlette fue el primer acercamiento a la montaña -aunque la jornada del domingo pasado en Niza ya provocó una primera selección-, la etapa de este jueves prometía ser el primer día de ‘fuego real’. El Mont Aigoual (no puntuable; 8,2 km al 4%) esperaba a los corredores tras un arranque llano y 35 km finales en continuo ascenso, superando en el tramo final el Col de la Lusette (1ª + B; 11,7 km al 7,3%).
Algo más de calor que otros días, con 27ºC en la aproximación a las subidas finales y alrededor de 20ºC en meta. Sin apenas viento en el tramo final -todo lo contrario que en la nerviosa aproximación a la meta del miércoles- y con un sol imperturbable.
Enric Mas: «Bien, me encuentro bien. Confío en que solo sea ‘chapa y pintura’ esa caída. Ahora me he quitado el guante y tengo la zona un poco hinchada, pero espero no tener nada. He pillado una piedra en una curva del descenso antes del penúltimo puerto. Cosas que pasan, esto es parte del Tour, en 21 días los percances pueden suceder y hoy me ha tocado a mí. Por lo demás, en cuanto a piernas me veo bien.
Ya hemos comentado en bastantes ocasiones que nuestro inicio de temporada no ha sido el mejor, pero estamos aquí para hacer una buena actuación, pienso que seguimos en la ‘pomada’ y que, aparte de la caída, podemos aspirar a hacerlo bien en la semanas que quedan. En Pirineos y Alpes, y también en el Macizo Central, habrá seguro ataques. Hay bloques como nosotros, como Jumbo, como Groupama… muchos equipos, todos en general lo van a querer intentar».
Alejandro Valverde: «Una etapa rápida, nerviosa y con un ritmo al final muy, muy fuerte. Seguimos estando cerca en la general, vamos día a día. ¿Que por qué un Tour tan raro, sin ataques? … Bueno, la vida es rara. Míranos aquí, todos con mascarilla, eso ya es raro. Lo más importante es que estamos aquí. Queda mucho Tour. Los últimos días son muy, muy exigentes y los equipos van pensando que, cuanto menos se gaste en estos primeros días, mucho mejor».
Mañana viernes los sprinters tendrán su última oportunidad de la semana en Lavaur (168 km), tras una aproximación muy suave y sin grandes elevaciones en la última hora y media de carrera. Último respiro para los favoritos -si el viento sureste, de cierta intensidad, lo permite- antes de afrontar los breves Pirineos de este Tour 2020.
En la Settimana Coppi e Bartali, los Movistar Team afrontaban la jornada reina, con la subida al Carpegna (HC) y los puertos de San Leo (1ª) y Fiorentino (2ª) camino de Riccione. Y lo hicieron con Jorge Arcas en la fuga de la mañana, un grupo de cinco junto a O’Connor (NTT), Davies (TBM), Amezqueta (CJR) y Petilli (CWG).
El grupo se desgajó en el Carpegna y Arcas fue alcanzado, en las últimas rampas, por el contraatacante Iván Sosa (IGD) y por un pelotón reducido donde aguantaba su compañero Einer Rubio. El ritmo del Deceuninck-QuickStep del líder Andrea Bagioli neutralizaba, sin embargo, ambos intentos y dejaba un sprint de grupo donde se impuso por escaso margen Narváez (IGD).
Mañana viernes, punto y final con un circuito sinuoso en Forlì, superando en siete ocasiones la cota de Rocca delle Caminate (2ª; 3,2 km al 7%).
CLASIFICACIÓN > Etapa 3
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