Valverde (10º en meta), Mas y Soler concluyen en el reducido grupo de favoritos tras una etapa con pelea de principio a fin, tensión, abanicos y sustos. Mañana arrancan los Pirineos.
La de este viernes era, en teoría, la última oportunidad para los velocistas en la primera semana del Tour, aunque con bastante desgaste por el camino. Una salida muy sinuosa, con dos largos repechos y un puerto de 3ª categoría, y una extensa ascensión a Peyronnenc (3ª), de 14 kilómetros (a un 4%), daba paso a un final mucho más suave y franco, con solo una cota de 1 km al 2,5% en la aproximación final a Lavaur.
El recorrido, eso sí, se vería afectado por los vientos del sureste, conocidos como Autan, que soplarían de manera lateral durante buena parte de la carrera y favorables en la fase final. Por otro lado, los ciclistas vivirían los mayores calores de lo que llevamos de Tour, con máximas de hasta 33ºC.
Carlos Verona: «Un balance muy positivo. Estar con los tres -Alejandro, Enric y Marc- delante, en un día tan complicado, con el viento… No podemos pedir más. Debemos seguir yendo día a día. Hoy la batalla se ha decidido a nuestro favor, pero queda mucha guerra. Tenemos que seguir unidos, concentrados, todos a una. Pienso que con lo visto hoy y la línea que estamos siguiendo nos puede ir mejor de lo que esperábamos y esperaba mucha gente, pero hay que ir día a día, paso a paso. Esto es solo un día y lo importante es lo que tenemos por delante.
El parte meteorológico es el mismo para todos; todo el mundo sabíamos que iba a ser un día complicado, especialmente los últimos 30-40 kilómetros, y así ha sido. Ya de salida el Bora se ha puesto fuerte, lo cual nos ha venido muy bien porque ha eliminado a mucha gente más rodadora. Ha sido un día con mucho estrés para los compañeros y para mí, solventando averías, bajando y subiendo al coche a por bidones… y en el final lo que importaba era solo posicionar bien a los tres líderes. El viento ha pegado más favorable de lo que pensábamos pero el corte se ha hecho donde preveíamos, a la salida de un pueblo a 40 kilómetros de meta. Había dos rotondas y, al estirarse el pelotón, el corte se ha hecho por inercia. A partir de ahí, era una lucha entre el grupo delantero y trasero, no ha habido más.
Estamos yendo cada día mejor, cada día más unidos, contentos, motivados. Hay que seguir en esta línea».
Y mañana sábado comienza el primer gran bloque de montaña del Tour: los Pirineos. Serán dos etapas breves e intensas, sin llegada en alto. La octava comprenderá 141 km entre Cazères-sur-Garonne y Loudenvielle, con las subidas al Col de Menté (1ª; 7 km al 8%), el Port de Balès (Especial; casi 12 km al 7,7%) y, justo antes de la bajada final, el Peyresourde (1ª + Bonus; casi 10 km al 7,8%). Momento para que muchos empiecen a jugar sus bazas.
… O al menos, no lo será a partir del lunes, cuando Movistar Team volverá a competir en Italia en la Tirreno-Adriático. Este viernes, nuestros azules terminaron su concurso en una Settimana Coppi e Bartali 2020 conquistada por Jhonatan Narváez (IGD). El ecuatoriano aprovechó el sprint de grupo en meta -donde se impuso Eenkhoorn (TJV)- para sumar 4″ de bonificación, como 3º clasificado, y enjugar la distancia con el hasta hoy líder Bagioli (DQT).
En la jornada final, disputada sobre 166 km con siete vueltas a un exigente circuito en Forlì, en torno a la cota de Rocca delle Caminate (3,2 km al 7%), Johan Jacobs se fugaba por segunda vez esta semana y peleaba hasta el final por los puntos de la Montaña, clasificación en la que concluyó tercero. Einer Rubio, 15º en meta, se quedaba al borde del top-ten de la general (duodécimo, a 1’00»).
CLASIFICACIONES > Etapa 4 y general final
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