Nueva fuga de Marc, en la lucha hasta el final por el triunfo en un grupo de altísimo nivel, en el que se impuso Tim Wellens (LTS). Mas y Valverde permanecen 5º y 8º en la general.
Cada vez que La Vuelta se corre en tierras gallegas, todos resucitamos el nombre de aquella canción de Os Resentidos. Aunque en el perfil para la 14ª etapa de hoy miércoles pudiese apreciarse algo de llano, siempre es terreno exigente. Primero de dos días largos (205 km) y con un final en incómodo repecho en Ourense tras tres altos de 3ª categoría, entre ellos el de Abelaira a 22 km de la meta.
Jornada fría -entre 8 y 12ºC- y con mucho viento, unos 30 km/h sostenidos del noreste, que durante parte del recorrido serían favorables y a la vez laterales. No era aparentemente un terreno tan abierto como para ver abanicos, pero…
Marc Soler: «Cuando he visto la gente que iba en fuga ya le he dicho al equipo por el pinganillo: ‘Vaya rivales más duros me han tocado para hoy… todos ganadores’. Se ha intentado buscar ese triunfo de todas las maneras: rompiendo en los repechos, en la subida a Abelaira, luego bajando nos hemos ido Stybar, Wellens y yo… pero todo el mundo iba muy fuerte, había mucho nivel y de cara a meta ya no quedaban más fuerzas.
Decís vosotros [NdR: los periodistas en meta] que igual soy el más destacado del equipo en La Vuelta por números, pero yo pienso que los números a veces tampoco son tan importantes. Lo que verdaderamente importa es que se nos vea en carrera, estar todos bien ahí adelante, y lo estamos consigiuendo. El nivel general del equipo es muy bueno y lo estamos demostrando en esta carrera. Por mi parte yo ayer quise hacer la crono a tope y hoy quizás me faltó algo de fuerza, pero hemos venido a sacar partido de todas las etapas y lo seguiremos intentando. ¿El podio de Enric? Será complicado, pero por qué no, todo es posible… Lucharemos y lo intentaremos».
Enric Mas: «Estoy animado porque quedan pocos días para coger las vacaciones (ríe). Sí que es verdad que mañana es un día parecido a hoy, más duro incluso, con 4000m de desnivel en 230 km, que se puede hacer realmente duro, y si nos sentimos bien, si el equipo se siente bien, seguro que lo vamos a intentar, sea mañana o en los días que vienen».
Mañana jueves tenemos una de esas jornadas que puede significarlo todo o nada en La Vuelta. Serán 230 km -la etapa más larga- entre Mos y Puebla de Sanabria, un día marcado por el fuerte viento -como hoy- y por una sucesión interminable de ascensos, casi unas Ardenas en el noroeste de nuestro país. Cinco altos puntuables, entre ellos el Alto de Padornelo a 18 km de la llegada. Puede ser una fuga (debe de ser una fuga) o puede incluso haber movimientos de favoritos… o quizás no tanto. Imprevisible.
Imagen portada (c): Photo Gomez Sport