El mallorquín, al borde del top-ten de la general (11º) tras mantenerse de nuevo con los principales favoritos en el segundo 'test' de la 'Grande Boucle'. López, a 15" de su compañero en meta.
Mathieu van der Poel (AFC) honró la memoria de su abuelo, Raymond Poulidor, vistiéndose por primera vez con el maillot amarillo del Tour de Francia con su triunfo en la meta de Mûr-de-Bretagne. Allí terminó una segunda etapa mucho más calmada que la de la víspera, aunque no exenta de tensión, donde los Movistar Team -ya reducidos a siete hombres, al no tomar la salida Marc Soler- se comportaron con aplomo.
Arcas, Erviti y Cortina llevaron siempre en buena posición a Enric Mas en la aproximación a los últimos tres ascensos, concentrados en unos 20 km finales donde tanto el mallorquín como Alejandro Valverde y Miguel Ángel López asomaron por la cabeza. Carlos Verona completó la labor azul en el veloz llano entre puertos para mantener a Enric y ‘Bala’ en el principal grupo de favoritos, a 8″ de Van der Poel y a unos metros de un terceto con Pogacar (UAD), Roglic (TJV) y Kelderman (BOH).
López cedió un puñado de segundos -15″ con el grupo de Mas- y está ahora a algo más de 2′ de la cabeza, con Enric, rozando el top-ten, a 26″ de Van der Poel. La ‘Grande Boucle’ afronta ahora dos jornadas de teórica resolución al sprint antes de la crucial primera CRI, el miércoles, entre Changé y Laval.
DECLARACIONES / Enric Mas:
“Un día como el de ayer, pero sin caídas (sonríe). Etapa durísima, de mucho desgaste, como es típico aquí en la primera semana del Tour. Creo que a nivel de equipo no ha habido ningún percance, así que por ese lado, contentos, y en mi caso concreto, muy buenas sensaciones en este segundo día y seguimos adelante. Paso a paso”.