ABRIÉNDOSE CAMINO. Los primeros años de Olivia Baril corriendo en Europa representan muy bien la realidad de los extraeuropeos a la hora de encontrar su sitio en el ciclismo del Viejo Continente: pocas oportunidades, equipos muy modestos y apenas un puñado de ‘tiros’ para poder abrirse paso y demostrar ser válidos en el ciclismo de Europa. Fue un conjunto de su país, Macogep, quien abrió durante tres años (2018-20) las puertas de nuestro deporte al máximo nivel a la de Abitibi -región del sur de Québec con gran tradición ciclista-, quien antes de la pandemia sobresalió en Burgos (top-20 en 2019) o Dubai (6ª en 2020).

PRIMEROS MOMENTOS DE BRILLO. Se traslada en ese 2020 a vivir en Europa -reside actualmente en San Sebastián, algo que en cierta medida hace natural su paso a Movistar Team-. Recuperada la normalidad en el calendario, ficha por el conjunto catalán Massi – Tactic para 2021, donde acumula experiencia y prepara su primer gran salto de nivel, con el reputado Valcar, en 2022. Disputa todas las grandes clásicas de primavera (16ª en Flecha Valona), estrena su palmarés en el GP Ciudad de Eibar y roza la gloria en la Itzulia, donde solo Demi Vollering le bate en el durísimo rampón de Mallabia. Termina el año corriendo las tres ‘grandes’: Giro -que abandona pronto por caída-, Tour y La Vuelta.

ASENTADA ENTRE LAS MEJORES. Su confirmación definitiva en la elite queda de manifiesto en 2023, ya con el UAE ‘worldtour’, que absorbe al Valcar como equipo de desarrollo. 19ª en La Vuelta, presente por segundo año consecutivo en el Tour, 5ª en Valencia, 6ª en Escandinavia, 4ª -con victoria de etapa incluida- en Ardèche, triunfadora nuevamente en Eibar… Su sitio como una de las mejores vueltómanas, y ciclistas completas, del pelotón está a la vista. Se plantea París 2024 y las mejores carreras del mundo como objetivos para su debut con Movistar Team. ¿Hasta dónde puede llegar a sus 26 años?