Un hombre de la casa. Militante como corredor del equipo amateur de Reynolds de inicios de la década de los ’80, en 1983 dio el salto al equipo profesional, donde sólo pudo demostrar sus condiciones durante una temporada, tras la cual una lesión le obligó a dejar la práctica activa del ciclismo.

Jaimerena cambió rápidamente de rol y se convirtió en director deportivo del Reynolds amateur, cargo que ocupó durante doce temporadas hasta que en 1995 dio el salto a la estructura del conjunto profesional. Junto a Eusebio Unzué, acumula ya veintiocho temporadas al mando del equipo en la elite internacional.