¡QUÉ AÑO 2020! Para un Movistar Team necesitado de renovación y buenas noticias, la llegada de Johan Jacobs en 2020 fue muy significativa por lo que supuso en cuanto a ambas cosas. Su carácter jovial, su profesionalidad y su estilo de competición, siempre al ataque, fueron del agrado de equipo y aficionados. Se lució en sus queridas clásicas del Norte -larga fuga en Gante-Wevelgem-; mostró combatividad en carreras como Provenza, Coppi-Bartali o los Europeos; y redondeó su campaña rozando el podio en el Nacional suizo en línea. Mucho mérito para alguien que afrontaba tan solo su segunda campaña 100% centrado en la carretera.
EMPEZÓ EN EL BARRO. Johan había dado el salto a la ruta desde el ciclocross, donde, por su brillo en junior, muchos le colgaron el cartel de futura superestrella. En su etapa sub23 acabó perdiendo la motivación y el disfrute por la bici y llegó a plantearse incluso la retirada, hasta que una llamada, la del Lotto-Soudal en 2019, le recuperó para la bici. Un brillante 2º puesto en la París-Roubaix sub23, una larga fuga en el Mundial de Yorkshire -con su selección también corrió el Tour del Porvenir- o un 7º puesto en el Tour de Flandes amateur evidenciaron la calidad que siempre habían tenido sus piernas… y le llevaron al WorldTour.
ORÍGENES PECULIARES. Por sus viajes de trabajo, la madre de Jacobs, de nacionalidad suiza, conoció a su padre, belga, y juntos acabaron estableciéndose en tierras helvéticas, donde nació el pequeño Johan. Sin embargo, y precisamente por esos años de ciclocross, él ha acabado viviendo en la costa de Flandes, donde pasa casi todo el año y respira a diario el ambiente de las clásicas. Habla perfecto neerlandés y eso puede llevar a engaño a los menos expertos, pero es orgullosamente suizo; de hecho, es solo el tercero en los equipos de Abarca Sports en más de 40 años de historia, tras Fabian Fuchs y Alex Zülle.
La pareja de Johan, Charlotte, es precisamente hija y nieta de corredores: su padre, Ivan Messelis, fue un buen ciclocrossman, y su abuelo, André, llegó a ganar el E3 Harelbeke allá por los años ’60.
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- Disfrutando sus primeras clásicas de pavé.
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- En contrarreloj, otra disciplina que se le da bien.
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- Vistiendo el maillot de Suiza en los Europeos.
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- Siempre al ataque (Coppi-Bartali).