EJEMPLO, CON O SIN BICI. Un ciclista entregado a sus compañeros, explosivo, veloz, atacante, con una actitud digna de elogio dentro y fuera de las carreteras, educado, genuinamente simpático y tremendamente profesional. Johan Jacobs ha sido una de las mejores noticias de Movistar Team en los últimos años, por encima de resultados. Potente rodador, el suizo goza de la confianza de sus líderes y cubre ese papel tan necesario de ‘tirar del carro’ allá donde se necesita, sin rehuir oportunidades individuales en fugas donde suele desenvolverse con arrojo y habilidad. 2022 fue un año difícil para él en su segunda mitad, apartado de la competición por el covid justo antes del Tour y por una fractura de clavícula en la Vuelta a Polonia. Merece que le llegue la suerte de nuevo en 2023, su cuarto año de ‘azul’.
EMPEZÓ EN EL BARRO… Y A ÉL VOLVIÓ. Johan había dado el salto a la ruta desde el ciclocross, donde, por su brillo en junior, muchos le colgaron el cartel de futura superestrella. En su etapa sub23 acabó perdiendo la motivación y el disfrute por la bici y llegó a plantearse incluso la retirada, hasta que una llamada, la del Lotto-Soudal en 2019, le recuperó para la bici. Un brillante 2º puesto en la París-Roubaix sub23, una larga fuga en el Mundial de Yorkshire -con su selección también corrió el Tour del Porvenir- o un 7º puesto en el Tour de Flandes amateur evidenciaron la calidad que siempre habían tenido sus piernas… y le llevaron al WorldTour. Como parte del mismo en Movistar Team, cuatro años después, regresó el pasado invierno a las campas, en las que disputó varias pruebas de la Copa del Mundo y Superprestigio con la ‘M’ en el pecho. Un honor para un equipo sin apenas presencia en CX de manera habitual.
ORÍGENES PECULIARES. Por sus viajes de trabajo, la madre de Jacobs, de nacionalidad suiza, conoció a su padre, belga, y juntos acabaron estableciéndose en tierras helvéticas, donde nació el pequeño Johan. Sin embargo, y precisamente por esos años de ciclocross, él ha acabado viviendo en la costa de Flandes, donde pasa casi todo el año -junto a su esposa, Charlotte, hija de un ciclocrossman- y respira a diario el ambiente de las clásicas. Habla perfecto neerlandés y eso puede llevar a engaño a los menos expertos, pero es orgullosamente suizo; de hecho, es solo el tercero en los equipos de Abarca Sports en más de 40 años de historia, tras Fabian Fuchs y Alex Zülle.
2020-22: Movistar Team
2018: Pauwels Sauzen
2016: Marlux – Napoleon