DESTACÓ MUY RÁPIDO. Animado por su abuelo y su padre, grandes aficionados de ciclismo, Rémi Cavagna tardó sin embargo bastante en subirse a una bici de manera competitiva: no lo hizo hasta los 16 años. No obstante, en solo seis campañas -con títulos nacionales de por medio, a fuerza habitualmente de escapadas en solitario o brillantes esfuerzos contra el crono-, y sin dejar de lado sus estudios universitarios de Derecho, el conocido como ‘TGV de Clermont-Ferrand’ saltaba del VC Cournon -junior- o el Team Pro Immo Nicolas Roux -amateur- a la escuadra de formación de uno de los conjuntos más potentes del mundo, el sempiterno Quick Step.

QUÉ FUGAS. Aunque su primera victoria llegaría al tercer año de ‘pro’, ya en las filas del conjunto WorldTour en la A Través de Flandes Occidental (2018), el ciclista de Auvergne ya había dejado ver sus aptitudes de todoterreno -capaz de destacar en esfuerzos cortos ‘para arriba’, al margen de sus habilidades de rodador- desde el inicio. 4º en Guangxi (2018) ante grandes escaladores; ganador con más de siete minutos de ventaja en una exigente jornada -3000m de desnivel- de California; escapado durante casi 190 km para imponerse con 3′ de margen en la Faun-Ardèche (2020), justo antes del covid… El proyecto en ciernes era de categoría.

BUSCANDO SER DE LOS MEJORES. Y tras el parón por la pandemia, no dejó de brillar: nada menos que tres títulos nacionales (uno en ruta y dos en CRI, el último vigente de 2023); subcampeón de Europa y séptimo en el Mundial; ganador de cronos en Polonia, Romandía o Coppi e Bartali… y un 2023 estelar, con cinco éxitos que incluyeron su primera general en el Tour de Eslovaquia. Rémi no duda sin embargo en querer dar más pasos adelante, sobre todo en la técnica y aerodinámica sobre la ‘cabra’, con el fin de convertirse, ya definitivamente, en uno de los grandes.